El pasado miércoles 21 de septiembre, el actor canadiense Ryan Grantham fue condenado a cadena perpetua tras declararse culpable del asesinato de su madre, Bárbara Waite, en el año 2020. La sentencia fue dada por la Corte Suprema de Columbia Británica en Vancouver, Canadá.
El intérprete, conocido por sus papeles en series como Supernatural y Riverdale, además de películas como Diary of a wimpy kid y Jumper, fue considerado culpable de homicidio en segundo grado, luego de haber sido acusado de asesinato en primer grado. Igualmente, no será elegible para libertad condicional durante los primeros 14 años de su condena.
Según los fiscales del caso, Grantham también había planeado asesinar al primer ministro canadiense Justin Trudeau. De hecho, en su automóvil tenía tres pistolas, municiones y 12 cócteles molotov, junto con artículos para acampar e indicaciones para llegar a la residencia Rideau Cottage del primer ministro de Canadá.
El actor le disparó en la cabeza mientras ella, de 64 años, tocaba el piano en su casa de Squamish.
El juicio para decidirlo comenzó en junio pasado en el Tribunal Supremo de la Columbia Británica e inicialmente la defensa había solicitado un periodo de 12 años, pero la fiscalía sugería 18. Finalmente, el juez fijó la fecha en 14 años.
Grantham, de 24 años, se enteró de su destino en la Corte Suprema de Columbia Británica en Vancouver este jueves. Al pronunciar la sentencia, la jueza Kathleen Ker describió el caso como trágico y desgarrador. Los fiscales dijeron durante el juicio que después de que disparara a su mamá, el 31 de marzo de 2020, él grabó un video con una cámara GoPro, en el que confesó el asesinato y mostró el cuerpo sin vida de Waite.
"Le disparé en la nuca. Momentos después, ella habría sabido que era yo", dijo Grantham en la grabación. Después, el actor compró cerveza y marihuana, experimentó con cócteles Molotov y vio Netflix, antes de cubrir el cuerpo de Barbara Waite con una sábana y acostarse, según su declaración a la policía.
Un día después de asesinar a su mamá, mientras el cuerpo sin vida de la mujer seguía tirado en el suelo de la casa donde lo encontró su otra hija, Grantham se subió a su coche y empezó a manejar pero cambió de opinión a medio camino y puso rumbo a la universidad Simon Fraser, donde él mismo había estudiado, con la intención de llevar a cabo una masacre, según escribió en su diario. Al final, se entregó a la policía esa misma noche antes de cometer alguno de esos crímenes.
En su testimonio ante el juez, Ryan expresó su remordimiento por la muerte de su mamá asegurando que era una persona "cariñosa y compasiva" que no merecía lo que le sucedió, y aseguró que no podía "explicar ni justificar" sus acciones.
